Jornadas maratonianas y la falta de motivación.

Desde hace tiempo vengo notando que las nuevas generaciones de graduados, no tienen la pasión por el trabajo que veníamos teniendo la generación "X" independientemente que no nos gustase salir del despacho más tarde de las seis de la tarde. A diferencia de la generación "X" a los Millenians no parece importarles echar horas y horas en la oficina  realizando tareas repetitivas sin ningún tipo de pasión. ¿Qué les lleva a hacer este dispendio de los más valioso que tenemos que es el tiempo libre?.

Pues bien, han vivido la cultura de la cantidad y el castigo, en vez la de la calidad y el premio. La educación en España, y me refiero a nivel superior les ha inculcado la cultura de conseguir lo que uno se propone solo por estar ahí, y esperar el momento en el cual "te toca", llega tu turno. Instalados en la cultura del inmovilismo y la imposibilidad de cambiar las cosas en una sociedad inmovilista ven pasar los días, semanas, años esperando a que llegue su turno.

Anhelan el proteccionismo de las relaciones de trabajo de hace años, la cual premiaba el inmovilismo en una empresa pagando pluses de permanencia y antigüedad, en un sistema de relaciones laborales radicalmente distinto y cada vez más efímero. Tu futuro lo construyes tu, no gastar la vida echando largas jornadas esperando que se produzca un suceso imposible en forma de éxito profesional.

Cada hora, cada día de tu vida tienes que buscar con ahínco lo que realmente deseas, y no perder ni un minuto de tu vida profesional esperando que algo ocurra por un golpe de suerte. El conocimiento no llega de repente, pero puedes mejorar tus habilidades y tus relaciones sociales que serán el primer escalón de la escalada hacia el éxito. La vida no es castigo, es oportunidad, de ir hacia otra oportunidad, que a su vez te lleve donde quieres estar. 

No dejes de buscar lo que realmente deseas, y acaba con el inmovilismo que no te deja tiempo para ser quien realmente deseas ser.

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